Los primeros enterramientos en este lugar datan de 1835. Muchos de los cuerpos de los combatientes que cayeron durante el sitio se encuentran en el osario común. El "cementerio viejo" (como es denominado por los sanduceros) se desarrolla en una planta rectangular de 85 por 110 metros. La capilla original fue realizada por el maestro de obras Francisco Poncini.  

En 1887, el filántropo Luis Galán y Rocha encargó al agrimensor José María Guerin los planos para remodelar y trazar el viejo cementerio en una necrópolis de inspiración europea. En el centro del predio, erigió el panteón familiar, siendo uno de los monumentos más importantes el que allí se ubica.

Los sepulcros manifiestan la influencia de la arquitectura italiana, común en la ciudad. Entre los monumentos más destacados se encuentran los del escultor italiano Giovanni del Vecchio: Revolucionarios del Quebracho, A los servidores de la Patria, Mausoleo gótico de la Familia Stirling – Anglois, Panteón de la familia Plottier, a Eusebio Francia, a Don Luis Galán y Rocha. También hay esculturas destacadas de otros artistas reconocidos por esos años como José Livi y Felix Morelli.

Fue declarado Monumento Histórico nacional en 2004 y es el único museo funerario del país.

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¿Qué dicen sus esculturas?

Para conocer sobre simbología de las imponentes esculturas que se encuentran aquí les recomendamos consultar el libro “De qué nos están hablando los símbolos del Cementerio Viejo” (2009), de Alejandro Mesa. También se puede realizar una visita interpretativa  junto a guías de la Intendencia.