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Rincones de mi ciudad: Monumento a la Huelga General





En esta entrega, nos alejamos unas cuadras del centro de la ciudad y nos vamos a la denominada históricamente, zona industrial. Más puntualmente nos encontramos en la esquina de Avenida Salto y Setembrino Pereda, donde se encuentra instalado el Monumento a la Huelga General de 1973, inaugurado en diciembre del año pasado.


Como ya hemos mencionado en ediciones anteriores, Paysandú tiene su denominación de Heroica por haber resistido a tres sitios en diferentes momentos: 1811, durante la invasión portuguesa la ciudad defendida por tropas revolucionarias orientales; 1846 la ciudad fue sitiada por Rivera en el contexto de Guerra Grande y la más conocida en 1864, la defensa de Leandro Gómez. También es Paysandú considerada “Capital del Artiguismo” por haber sido estos territorios elegidos por Artigas para instalar la capital de la Liga Federal. Pero también Paysandú es sinónimo de resistencia en la historia reciente de nuestro país.


En junio de 1973, cuando se dio el golpe de Estado perpetrado por Bordaberry y los militares, los trabajadores en todo el país se declararon en Huelga General ocupando fábricas y lugares de trabajo, en un episodio que duró quince días, pero que en el caso de Paysandú, duró un día más. 


Los sanduceros tienen un apego muy fuerte con el pasado industrial, lo cual se ve hasta el día de hoy muy marcado y presente en lo que es una sociedad mucho más integrada y menos clasista que cualquier otra ciudad del país. Se trata de un pueblo que tiene una identidad obrera y fabril muy persistente hasta estos días. Esa lucha obrera se masificó y en gran medida atravesó a amplios sectores de la sociedad por aquellos oscuros años, en donde miles de sanduceros ocuparon las fábricas y lugares de trabajo pero también otros tantos, se solidarizaron con esa causa, asistiendo con alimentos y recursos a quienes se atrincheraron en sus centros de trabajo.


Por aquellos tiempos hubo además, marchas que fueron fuertemente reprimidas por la dictadura. Quienes fueron parte de esas movilizaciones, recuerdan  que los días 9 y 12 de julio fueron los momentos más tensos. La Plaza Constitución fue el epicentro de los hechos donde con bombas lacrimógenas y balas, los militares reprimieron a miles de personas que se concentraron en ese lugar y se dispersaron por 18 de julio y Florida.


Hay quienes recuerdan también aquellos días en que el Padre Gabino Paulo, abrió las puertas de la Basílica para refugiar a los manifestantes y que, sosteniendo dichas puertas grandes de madera valientemente les gritaba a los represores: “Fuera de aquí milicos hijos de puta, ésta es la casa de Dios”, registro éste que se puede leer en el libro sobre la Huelga General en Paysandú, del profesor Gonzalo Alsina.


Por iniciativa de la Comisión de Memoria de la Intersocial Paysandú, es entonces que en recuerdo de aquellos ciudadanos y ciudadanas que enfrentaron la imposición militar, se decidió instalar esta obra en ese lugar icónico industrial. La obra en sí es del artista sanducero Wilson Bueno y representa entonces a las siluetas de trabajadoras y trabajadores que resistieron a la dictadura.




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